lunes, 10 de septiembre de 2012

Por fotos como las que veréis a continuación me alegro tanto de tener mi teleobjetivo 55-300 (aunque, a veces, tarde algo en enfocar)

Este fin de semana estuve de viaje por Cádiz, más concretamente en Barbate y Tarifa. Si ya de por sí siempre he estado enamorada de Cádiz, después de visitar Tarifa, puedo decir que es uno de mis lugares preferidos. Y es que Tarifa es un paraíso de principio a fin. ¡Cuánta magia esconden sus playas por su nula urbanización! Playas vírgenes de las que apenas quedan en Andalucía, playas que no han sido invadidas para buscar rentabilidad, buscar turismo, buscar gente, buscar dinero fácil y buscar estropear ese encanto que una playa tiene antes de que alguien se atreva a colocar un edificio. Por eso mismo, Tarifa llama la atención. Antes me indignaba el hecho de que quisieran urbanizar Valdevaqueros, después de visitar la zona, me indigna aún más. Valdevaqueros es un tesoro de la naturaleza, igual que lo era, por ejemplo, Azahara de los Atúnes y que se está convirtiendo poco a poco en un puñado de edificios.

Solo pude estar dos horas en Valdevaqueros, pero las disfruté al máximo (haciendo fotos :P). Me encanta ese aire surfero que se respira en Tarifa y llegar a Valdevaqueros y que ese mismo aire surfero se encargue de empujar las cometas que adornan de colores su cielo...




















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